Las elecciones deberían transcurrir sin contratiempos desde la votación hasta el propio recuento de papeletas, o al menos eso es lo que suele esperar la ciudadanía. La realidad es bien distinta: no es infrecuente que se produzcan errores de votación en todas partes de Japón, debido a la cada vez mayor complejidad del sistema electoral nacional. Los errores de las papeletas en concreto pueden resultar críticos, ya que podrían afectar al resultado electoral. Dadas las circunstancias, los requisitos técnicos para desarrollar un sistema de votación electrónica se revisaron en 2020. Hasta entonces se requerían terminales exclusivos para introducir un sistema de votación electrónica. Sin embargo, la modificación de la normativa ha permitido emplear dispositivos de uso general, tales como tabletas disponibles en el mercado, con este propósito. Como proyecto de demostración, los miembros del consejo estudiantil de una escuela de secundaria fueron elegidos electrónicamente usando monitores interactivos como dispositivo de uso general. El ponente explica las posibles ventajas y retos de la votación electrónica desde la perspectiva de un supervisor electoral que maneja el sistema real para elección de políticos.